Busca hoteles en Luang Prabang, Laos

Luang prabang, es una ciudad exótica, por describirla de alguna forma, la zona cercana al Mekong hay más extranjeros que gente local, los mercados nocturnos son increíbles, venden desde serpientes en botellas que no supimos si era algún tipo de licor o adorno, adornos y joyas que en algunos casos pueden ser muy antiguas y por supuesto todo tipo de telas y polleras, lo malo es que todo muy caro comparado con Tailandia, y es difícil regatear porque no hablan nada en inglés. LOs tours también son bastantes caros y extensos, mínimo medio día. LA mejor recomendación es recorrer la ciudad subir al mirador que está frente al palacio real y escoger una zona donde ir, la cerveza local es muy rica. De todas formas es una ciudad que encanta muy distinta a las ciudades de n Tailandia

Como ciudad es de las mejores que hemos estado en el sudeste asiatico. Tiene un aire a ciudad de playa y se nota mucho su herencia francesa. Un sitio muy tranquilo en el que puedes pasear y relajarte al lado del Mekong. El mercado nocturno como siempre es el mejor sitio donde comer bien y barato. Ademas luego esta el Atsalin donde comes en un ambiente muy local, bueno y aun mejor que el mercado. Lo bueno en Luang Prabang es que todo te queda cerca y lo que no, como las cascadas, no es precisamente caro. La visita a las cascadas Kuang Si es obligatoria, es un espacio precioso y en la zona de arriba te puedes dar un chapuzon refrescante. Por la tarde noche puedes ir al Utopia, un bar-restaurante con ambiente festivo. Y despues de esto, toda la gente de Luang Prabang, se van a la bolera, que es el unico local abierto despues de las 23:30.

Luang Prabang como ciudad tiene unos escenarios increíbles (el monte Phou Si, las cataratas de Kuang Si, la cueva de Pak Ou, los atardeceres en el río Mekong, etc.), pero lo completa su gente y eso es catastrófico. Todos están pendientes del dinero del turismo antes que de la humanidad, el respeto y el cuidado que nos merecemos. Por todo te cobran extra, sin ningún servicio de por medio ni mantenimiento del lugar al que estás visitando. Los templos están dejados en el tiempo, solo lo habitan monjes jóvenes para que permanezca el show; los mayores ya se hartaron de que los molesten (sobre todo por las mañanas durante la entrega de ofrendas) y se mudaron a otras ciudades. Para completarlo esta lleno de turistas de origen chino que en su mayoría fueron irrespetuosos con el resto de los turistas, con los habitantes de Luang Prabang y con las tradiciones que le budismo acarrea. Decepcionante, todo lo que puedes ver o hacer aqui en Tailandia se disfruta más, a un costo acorde y con gente amable. Por la plata no siempre baila el mono, a veces necesita otras cosas.

Ciudad pequeña y muy fácil de recorrer. Tiene varios templos muy bonitos, entre los que destacan: Templo Haw Pha Bang, Wat Mai Suwanna Phumaham y el Wat Aham. Desde la colina Phou Si (a la que se puede acceder andando) se obtienen unas vistas maravillosas de la ciudad y del rio Mekong. En el mercado nocturno de Luang Prabang se pueden comprar varios objetos a buen precio y comer comida típica de Laos por muy poco dinero. La ceremonia de entrega de limosnas que tiene lugar todos los días hacia las 06:00 (alms giving) es una actividad que merece la pena ver. Se pueden realizar excursiones a lugares muy bonitos y situados cerca de la ciudad; destacan: Las Cataratas de Kuang Si y Tad Thong Waterfall. La ciudad se puede recorrer perfectamente a pie y el traslado entre el aeropuerto y la ciudad se realiza en tuk-tuk por un precio de unos 30.000 kip (unos 4$).

Me encantó Luang Prabang, un clima de relax para quien llega de otros lados más bulliciosos. Lleno de paisajes entre sus dos ríos, se respira una calma increíble, es totalmente silencioso. El mercadillo nocturno imperdible. Lleno de templos, monjes, naturaleza. Recomendable tomar barco por el Mekong y las cascadas, para escapar un poco del calor.

Luang Prabang es una ciudad eminentemente religiosa. Todos los visitantes debemos guardar respeto por las costumbres de este pueblo, informarnos de cuales han de ser nuestras conductas. Ha llegado un punto en que los hoteles, hostales y guest house ya son excesivos en una ciudad tan pequeña. Espero que el gobierno sepa mantener y restringir a partir de ya la proliferación de mas negocios de este tipo, de lo contrario, esta bellisima ciudad perderá el encantó que hasta ahora ha guardado.

Luang prabang tiene todo lo que los turistas tranquilos buscan.es preciosa la ciudad se puede andar solo caminando descubriendo templos y andar en bicicleta.la comida es muy buena y los precios accesibles.tiene unos rios enormes navegables.vale la pena visitarlo asi como sus selvas y cascadas!!

El río Nam Khan serpentea hasta desembocar en el Mekong formando una imponente península donde se alza Luang Prabang. La corriente constante y marrón del gran Mekong bloquea las aguas verdes que le llegan desde el Namkhan. Es como si generaran un muro de agua, una frontera fluvial que le impiden unirse a su inevitable destino. Luang Prabang combina de un forma única la exhuberancia tropical con la arquitectura colonial. Tres pequeñas avenidas paralelas al Mekong ordenan El Centro histórico de esta ciudad, donde encuentras por todos lados preciosas villas convertidas en hoteles o guesthouses. En la península es donde se encuentran también los monasterios más antiguos. El rojo y sobre todo el dorado cubren los edificios religiosos mientras el naranja de las túnicas de los monjes se mezcla de una forma bellísima con los verdes de la naturaleza. El sol se acuesta en el Mekong entre dos almohadas verdes mientras disfrutamos de las últimas horas en Laos.

Luang Prabang es una ciudad limpia y ordenada donde pasar unas estupendas vacaciones. En ella hay todo lo que un viajero puede desear: monumentos bonitos e interesantes, buenos HOTELES y restaurantes. Además, puedes hacer un crucero por el río Mekong.

I finlly made it to Luang Prabang! Delightful mix of laotian and colonial styles in architecture, traditions and lifestyle, the city is an enchanting little gem in south east Asia that cannot let you indifferent. One of these places where you flow like its river and that you enjoy by simply and peacefully strolling through its streets, temples, buidings, cafes, street food stands and shops and being hit by the harmony of it all. A place to remember. Starts being a bit too touristic yet not at the levels of Thailand, hope they'll manage to keep it in a sustainable way...