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Hotel precioso. las vistas del puerto desde la habitación, una postal. nos hicieron upgrade y tuvimos una suite con terraza. habitación enorme. El recepcionista muy amable y el servicio de aparcacoches también. desayuno excelente en una preciosa terraza con vistas. la playa privada una maravilla , nos llevaron en coche con muchos horarios. Se recomienda habitación con vistas al mar.Merece mucho la pena,

En general es una maravilla el lugar donde se encuentra, el trato de las personas al llegar y sobretodo al prepararte el desayuno, muy recomendable

Sin duda el Spa ya que es un lujo poder relajarse tras una jornada de trabajo. Amplio, completo, con muchos detalles de calidad y un trato excelente por parte de su personal, aunque no quisiera dejar de mencionar el increíble buffet del desayuno y el restaurante italiano del propio hotel, por su variedad y calidad.

Habitaciones sin lujos innecesarios, con camas muy cómodas y excelente limpieza. El alojamiento está muy bien situado, al lado de la estación de autobuses pero lo suficientemente apartado para que sea tranquilo. Destaco por encima de todo la amabilidad del personal y esa sensación de ser parte de la familia. Muchísimas gracias!!

Lugar muy céntrico para visitar la ciudad, amplias habitaciones y limpias, personal muy amable. Desayuno bien en lugar agradable. Preciosa la villa. Piscina perfecta para remojarte. Parking justito aunque yo lo pude dejar al lado de la puerta.

Todo. Limpio,súper bien ubicado y la chica que se encarga de todo,Nina es un encanto!!! 😍Y el desayuno, una maravilla!!!😃

Todo el personal fue encantador. Lo regenta una familia muy atenta y que domina perfectamente el inglés, por lo que la comunicación fue fluida y fácil. Les preguntamos a dónde podíamos ir a cenar y nos aconsejaron a las mil maravillas. Nos dejaron un libro para poder visitar Éfeso en castellano que nos fue de gran ayuda. Y las vistas desde la terraza donde desayunábamos eran increíbles, sobre todo el atardecer.

Este alojamiento nos encantó. Sin duda el mejor alojamiento relación calidad precio de todo nuestro viaje. La habitación es grande, cómoda y estaba impecable. El dueño del hotel es un hombre encantador y adorable El desayuno en el jardín es una auténtica maravilla Es un lugar tranquilo y a solo 10 minutos de la entrada a los travertinos de Pammukale.

La casa es muy bonita, y la habitación era cómoda, tiene unos buganvillas muy bonitas y son muy atentos. el desayuno muy bien servido y variado

El trato excepcional que nos dio Jennifer, llegamos tarde y nos atendió de maravilla súper pendiente de todo lo que necesitamos Incluso nos gestionó el traslado en taxi a Didim para la mañana siguiente y 1 semana después , no estando alojados allí nos volvió a conseguir un transfer al aeropuerto. El hotel es pequeño sin lujos pero muy cómodo y muy bien situado . El desayuno también me encantó bajo una parra .